Primero fue la epidemia Covid que puso en valor las pequeñas fincas rústicassusceptibles de poder servir de lugar de esparcimiento para muchos de los que pasaban el confinamiento en pisos urbanos y que echaban de menos el campo y los espacios abiertos. Ahora, con la guerra de Ucrania, el interés por las fincas rústicascontinúa, pero ha cambiado…
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