Hasta el pasado mes de junio muchos pensábamos que con la llegada del verano, el fin del año inmobiliario, podríamos tener importantes cambios, tanto en las operaciones de compraventa como en los precios. La subida del euríbor y la incertidumbre energética con una inflación desbocada y un menos crecimiento del consumo, eran firmes razones para pensarlo. Pero la…
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